Medir es esencial para el diseño de la ciudad ecológica. Stefano Boeri resume en cinco los retos de las políticas urbanas a gran escala y propone nuevas ideas que vinculen la ecología urbana con el desarrollo económico de las ciudades. El urbanismo ecológico debe crear híbridos, superar las fronteras interdisciplinarias y equilibrar las dicotomías establecidas entre el entorno y la economía, la tecnología y lo humano, lo racional y lo irracional, y, tal como sugiere Kathryn Moore, entre la naturaleza y la cultura. Kristin Frederickson, Gary Hildebrand y sus alumnos demuestran que en Estados Unidos, el típico árbol urbano, que a menudo se percibe como sostenible, tiene una huella de carbono bastante grande y se preguntan si los árboles deben cultivarse localmente en lugar de traerlos desde lejos. Mientras tanto, Bill Rankin nos explica que los cultivos locales no son siempre convenientes: dependiendo de cómo se mida la sostenibilidad, las respuestas serán particulares a cada cuestión y contexto. SlaveCity, de Atelier Van Lieshout, es una parodia del fenómeno contemporáneo de la ecociudad que inserta la lógica de la sostenibilidad?con su ávida adhesión al reciclaje, los programas rígidos y el compromiso con la energía cero? en el marco de un régimen económico estricto para llegar a una solución extrema: ?SlaveCity es una ciudad ecológica que no gasta ni malgasta los recursos mundiales?. Así, Atelier Van Lieshout presenta una ciudad rentable y sostenible según ciertas dimensiones, pero ¿a qué coste para la humanidad?
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