Product Description
Las lúcidas reflexiones de Natalia Ginzburg, una de las escritoras italianas más importantes del siglo XX.
La soledad de la infancia y los pecados de la vejez, las trampas del sexo y el placer inesperado que se esconde tras las tareas domésticas más aburridas... Todo lo que Natalia Ginzburg tocaba se convertía en arte, y eso sin perder esa cualidad corpórea de las emociones recién descubiertas, de las ideas apenas apuntadas, de los recuerdos que aún navegan a flor de piel.
En estos breves e intensos ensayos, que la gran escritora fue reuniendo a lo largo de su vida, encontraremos notas personales que los acercan a Léxico familiar y a Las pequeñas virtudes, y retratos de amigos como Italo Calvino y Pavese, pero también apuntes sobre novelas y películas que en aquel entonces eran novedad y ahora ya son clásicos del siglo XX, y artículos que hablan de su compromiso político y resultan esenciales para comprender la historia europea.
Con su tono de escritura aparentemente descuidado, con su manera de proponer sin imponer, con su ironía siempre bien dispuesta hacia los pequeños detalles. Natalia Ginzburg hizo de lo doméstico un instrumento privilegiado para mirar el mundo y ese mundo sigue siendo muy nuestro.
La opinión del editor:Por primera vez en castellano, unas páginas de Natalia Ginzburg que podrían ser su diario íntimo; unos textos donde se rompen con desenvoltura los códigos establecidos... Un libro hermoso e inteligente que no podría faltar en el catálogo de Lumen.
About the Author
Oriana Fallaci, que entrevistó a la autora, describió a Natalia Ginzburg con estas palabras: «Ni guapa ni elegante, con rebeca y falda de color azul ceniza, con ese aire un pelín apagado de tía soltera y sin edad definida... Pelo negro, pocas canas y un cuerpo compacto. Buenas piernas, de persona acostumbrada a caminar... Desde luego parece una mujer sana, hecha para llevar cargas y dolores con entereza. Sorprende su voz, como de femme fatale. Es como si fuera la voz de otra, y te atrapa, te fascina...»Pues esa mujer ni guapa ni elegante fue una de las voces más importantes de la literatura italiana del siglo XX. Nacida en Palermo en 1916, pronto se trasladó a Turín y luego, ya casada con Leone Ginzburg, vivió en Roma hasta que su marido fue asesinado en una cárcel de la capital por las fuerzas fascistas. Entre sus obras más conocidas, además de Léxico familiar, que en 1963 fue galardonado con el Premio Strega, destacan Las pequeñas virtudes, Querido Miguel, El camino que va a la ciudad, Familias y su colección de ensayos Las tareas de casa y otros ensayos. Ginzburg trabajó muchos años como redactora para la editorial Einaudi, en su sede de Roma, ciudad donde residía cuando murió, en 1991.
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