Un psiquiatra clínico explora los efectos de la DMT, una de las drogas psicodélicas más potentes que se conocen
• Una mirada tras bambalinas a los proyectos más avanzados de investigación sobre sustancias psicodélicas
• Proporciona una singular explicación científica sobre el fenómeno de las experiencias de raptos por extraterrestres
De 1990 a 1995, el Dr. Rick Strassman realizó en la Universidad de Nuevo México estudios clínicos aprobados y financiados por el gobierno de los Estados Unidos, en los que inyectó a 60 voluntarios con dimetiltriptamina (DMT), uno de los psicodélicos más potentes que se conocen. Su recuento pormenorizado de esas sesiones constituye una interesantísima indagación sobre la naturaleza de la mente humana y el potencial terapéutico de los psicodélicos. La DMT, una sustancia química derivada de las plantas que se encuentra en la ayahuasca, una infusión psicodélica del Amazonas, también es producida por el cerebro humano. Esta sustancia, liberada naturalmente por la glándula pineal, facilita al alma su entrada y salida del cuerpo y es una parte integrante de las experiencias del nacimiento y la muerte, así como de los estados superiores de meditación e incluso de la trascendencia sexual. Si se utiliza sabiamente, la DMT podría dar paso a un período de extraordinario progreso en la exploración científica de las regiones más místicas de la mente y el alma humanas.
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