Hombres, plantas y animales perecieron en uno de los mayores desastres ecológicos del mundo. Volver de las cenizas para reconstruir un mundo de paz y de justicia fue el eco que comenzó a recorrer América en leyendas y mitos milenarios. Y aún en el siglo XXI Urabá y el Caribe colombiano siguen siendo centro de tragedias humanitarias solo comparables a esta del siglo XVI. Ahora no es por el oro y la civilización: esta vez es por la tierra y la democracia. Ahora no son la espada, el arcabuz y las lombardas; esta vez es la motosierra, los fusiles de repetición y la metralleta. Pero el destino es el mismo: la muerte y el exilio, la diáspora y el desarraigo.
show more...Just click on START button on Telegram Bot